Hoy en la actualidad por la situación económica mundial tener un trabajo es una bendición, tener un negocio es una oportunidad de generar ingresos económicos para el sustento de la familia. Como creyentes somos llamados a realizar bien un trabajo y a ser buenos administradores con lo que Dios en su voluntad nos permite tener. 1 Timoteo 6 los versos 1 y 2 dicen: Lectura. Un creyente que tiene trabajo, tiene que hacerlo como si fuera para Dios mismo.
- En esta sección reflexionaremos acerca de los deberes hacia los que proveen trabajos tanto cristianos como incrédulos.
- El deber de un trabajador creyente hacia su jefe que no es cristiano debe ser de respeto, acatando órdenes, obedeciéndoles, trabajando con ánimo y hacerlo bien, recuerde ser agradecido y aprecie el trabajo que tiene.
- Adore a Dios con lo que hace, no se limite al trabajar, deje la pereza y trabaje con diligencia haga su labor como para Dios, para que el nombre de Dios no sea blasfemado.
- Pero también hay recomendación para los trabajadores creyente que sus jefes si comparten su fe. No abuse de la confianza que puede haber ya que ambos son cristianos, sino haga el trabajo mejor para juntos como hijos de Dios brindar un buen servicio a los demás. Para ser de testimonio y ejemplo a los que les rodean y así ganarlos para Cristo.
La fidelidad trae bendición, recuerde en éste día al ir a su trabajo o al abrir su negocio. Todo lo que haga sea para gloria y alabanza de Dios.
Que tengas un bendecido feriado.
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